lunes, 11 de febrero de 2008

Éramos tan burros

La última vez que me tomé un avión -de Buenos Aires a Madrid- me compré un par de libros en una de esas librerías que hay en Ezeiza. Uno de ellos es "Las venas abiertas de América Latina", de Eduardo Galeano, que es una joya que huelga recomendar. Pero en realidad no quería hablar sobre "Las venas..." que es un libro que se defiende sólo y que la historia se ha encargado -por una vez- de canonizar. Les quiero hablar del libro "Éramos tan hippies", de Marcelo Oliveri. El libro, que fue mi segunda adquisición en el aeropuerto de Ezeiza, es pretendidamente una crónica del rock argentino, con toques literarios o de opinión. Como verán a continuación, esto no tiene la intención de ser una crítica literaria, sino más bien una advertencia: no lo lean. Y si es posible, desrecomiendenlo a quien le pueda llegar a interesar. Es un libro caro, mal impreso, mal organizado y sobre todo, de una sorprendente falta de todo valor literario, rigor periodístico y/o analítico, además de horriblemente editado y deficientemente corregido. (corregido?). Se trata de la colección de apuntes sin interés de alguien que ve al rock como una cronología de nombres. Y si eso fuera todo, al menos nos serviría como enciclopedia de nombres; el caso es que es, además, incompleto y arbitrario. En fin. No se ensarten. No sirve ni para el avión. Saludos.

lunes, 4 de febrero de 2008

Roscón Rock

El martes pasado, 29 de enero, tocamos el Pach y yo en la Plaza Pedro Nolasco de Zaragoza, en el marco de lo que se llamó Roscon Rock. El R&R es una manifestación que los músicos zaragozanos (y otros infiltrados, como yo) realizan desde hace 4 años ya para pedir una mejor promoción y difusión de la música rock producida en forma independiente. Es un evento muy lindo, porque simultáneamente, en muchos espacios públicos de la ciudad, las bandas se agrupan de a 3 o 4 para montar un espectáculo bien artesanal, convocando a la gente de la manera más natural, que es tocando. Lo del "Roscón" viene de la tradición de clavarse un "Roscón de San Valero", el 29 de enero, día de San Valero, Patrono de Zaragoza. El roscón es algo bastante parecido a las roscas de Reyes o de Pascua, pero los que yo he visto, al menos, están rellenos de una crema batida que es el fin de cualquier intento de régimen. Luego de nosotros tocaron Falcone y StereAnt, pero la crónica no estaría completa sin mencionar que terminamos todos cantando tangos con un colega del público, que luego de sobornarnos con un roscón para los músicos, se hizo acompañar en una inquietante versión del tango "Sur", que tuve la misión de rastrear, como diría el Mono Villegas de una ocasional cantante, "entre las rendijas que hay entre las teclas blancas y las negras". La mañana estuvo fresca, pero la gente cálida. Larga vida al R&R! ( ;-) Saludos.