Vieron el video de Mauricio Macri imitando (imitando?) a Freddy Mercury?.
Evidentemente, le han dicho en alguna oportunidad que se parecía, me imaigno(*). También vi por ahí que había un antecedente con los de CQC aunque no taaaaan ridiculo. Solamente penoso. Pero en este caso lo agarraron con un movil en su cumpleaños mansillando la canción "Somebody to love", que es de las difíciles, carajo.
Pero lo interesante es que no solamente la canta como el orto -lo cual es esperable-, sino que además ni siquiera le saca un paso, un gesto, un yeite a Mercury. Mirá que el tipo era tan payaso que es fácil imitarlo. Incluso la imitación de una imitación de FM es graciosa. No llega ni a eso.
Pero lo que les quería decir es otra cosa. He estado pensando en que tipo de analogía o discurso metafórico se podía exponer entre la caradurez y la total falta de talento de MM con su capacidades para ser el próximo presidente, de tal modo de agregar un granito de mierda con mi opinión bloggera a su reputación. Pero la verdad es que no me creo esas cosas. Soy demasiado reflexivo para ser periodista, me parece, y demasiado vago para ser escritor.
Así que lo digo y listo: odio a Mauricio Macri. Y a lo que representa, como punta de un iceberg cargado de dólares que viene a comprarse en efectivo con dinero privado los cargos más altos de la malograda democracia argentina.
Nada, eso.
Un comentario de un músico sobre política. A quién carajo le importa.
Salu2.
(*)Riamonos un poco y observemos que en lo único que se parece Macri a Mercury es en esos bigotitos ridículos que se dejan para tapar una dentadura deslucida. Iba a decir "monstruosa", pero es demasiado.
viernes, 13 de febrero de 2009
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